domingo, 7 de enero de 2007

Cuaderno de Izmir. I.


Izmir, 17 de diciembre

Matinée fría de invierno en el Café D junto al mar, entre Cumhuriyeti meydani y Konak. En este tranquilo café suena casi todo el tiempo música en español, del mismo modo que en la maravillosa librería-café Iletisim (Comunicación) se oye casi siempre un cierto tipo de música intimista francesa. En la librería Oteki, por su parte, prefieren a Cesária Évora.
No es dificil para un extranjero encontrar algunos puntos de referencia en medio de la ciudad turcófona, pequeñas islas-refugio. El local donde comprar el periódico (Le Monde), el cybercafé más cercano al hotel, los dos o tres sitios más accesibles para comer, las librerías, algunos centros culturales, un cine interesante (el Izmir Sinema), un gran parque (el Kültür Park)...
En la ciudad vieja, Kemeralti, tampoco es imposible encontrar referencias: el caravansar restaurado Kizilagarasi Han, Hisar camii, así como otras mezquitas otomanas. Pero en el bazar no cabe intentar el tipo de orientación habitual. Por primera vez en mi vida entro con total libertad y tranquilidad en un barrio oriental, dejándome llevar, solo y sin prisas, disponible para todos los descubrimientos, sin nada que hacer, sumido en mi silencio acompañado por el ajetreo (nada estrepitoso ni agobiante) del bazar con sus múltiples rostros y rincones.
(Este Cuaderno reúne voces e imágenes de diciembre de 2003)