martes, 2 de enero de 2007

Respetemos el deseo de rezar en Santa Sofía


Assalamu alaykum, en pleno debate sobre la autorización o no del rezo islámico en la Mezquita de Córdoba, hoy catedral católica, donde todos hemos sentido pesar por ver ese espacio tan impactante cerrado a la Comunidad islámica, propongo que dejemos de mirar hacia otro lado y asumamos el pesar abrahámico de los cristianos ortodoxos, que también perdieron Aghia Sophia, el corazón espiritual de la Ortodoxia, en 1453, tras la toma de Constantinopla por los otomanos.
Sabemos que Attatürk convirtió la entonces Mezquita Aya Sofya en Museo, en los años 20 del siglo pasado. Y sabemos que hay en Turquía un movimiento a favor de la reapertura de la antigua basílica ortodoxa como mezquita, de nuevo. Sin embargo, ¿por qué no aceptar que tanto la Mezquita de Córdoba como Santa Sofía son dos edificios emblemáticos que nos recuerdan no una pérdida sino dos grandes pérdidas? ¿Por qué no debatir sobre la creación de espacios y de usos musulmanes y cristianos en ambos lugares de uno y otro extremo de Europa?